martes, 17 de junio de 2014

GALLETAS DE AVENA

Bien pues que no se hagan esperar mas, ¡Vengan ya las galletas!.
Comenzaremos con una de las galletas que en mi opinión son mis favoritas y cuando en clase de galleteria las estudiamos fueron las que mas problemas me dieron ( por no decir que casi nos toco repetirlas por mi culpa). Son bastante ricas y saludables y pertenecen a la categoría  de galletas de cereales.

GALLETAS DE AVENA
INGREDIENTES:


  • 445 g de Harina de trigo
  • 55 g de Avena molida
  • 175 g de Azúcar morena
  • 175 g de Azúcar blanca
  • 250 g de margarina
  • una pizca de sal
  • una pizca de canela
  • 150 g de huevos enteros
  • 5 g de bicarbonato de sodio
  • 100 g de Avena en hojuelas
PROCEDIMIENTO
Cremamos la margarina junto con la azucar, se darana cuanta que la margarina se pondra mas clara y suave. luego agregamos la pizca y de sal y los huevos y seguimos cremando alrededor de unos 6 minutos. 
Tamizamos los ingredientes secos (Harina, avena molida, canela y bicarbonato) y los agregamos mezclando bien por 1 minuto hasta tener una pasta suave. Montamos la pasta en la manga pastelera sin boquilla, luego tomamos la avena en hojuelas y la servimos sobre nuestra mesa de trabajo y con la manga vertemos un poco d ela mezcla sobre la avena empujando hasta el fondo suavemente para que las hojuelas se peguen a la pasta y formamo bolitas de alrededor de 30 g  y por ultimo colocamos las bolitas con las hojuelas de avena hacia arriba sobre una lata de hornear previamente engrasada. Hornear de 15 a 20 minutos a 175ºC.

No es tan duro como parece lo importante es que al momento de servir la masa sobre las hojuelas de avena no se desarme y tampoco quede tan saturada de hojuelas, lo demas es pan comido. Otro dato importante es dejar buen espacio entre galleta y galleta cuando las pongamos sobre la lata porque cuando se cocinen estas se expandirán hasta quedar planas y si se tocan quedaran pegadas.

Estas son las que hice en clase y quedaron bastante bien aunque con mcuhas hojuelas, ustedes en casa pueden agregarles la cantidad que quieran ,para mi ya es algo tarde, jaja.
Estoy seguro que todos ustedes desde muy pequeños han comido infinidad de galletas, de todo tipo, sabores y colores. Deliciosas y con diferentes texturas, pues aunque lo ignorábamos las galletas se clasifican por componentes y texturas, de las cuales encontramos:

GALLETAS DE MANGA
son aquellas galletas que en su receta su contenido graso es elevado y al mezclar los ingredientes formaremos una masa ideal para escudillar con manga y darles formas dependiendo de la boquilla que usemos. Como ejemplo tenemos las galletas risadas


GALLETAS POLVOROSAS
Las polvorosas son un caso totalmente diferente a las anteriores las de manga pues se caracterizan por ser quebradizas y se desmoronan al comerlas y es una característica que solo es posible debido a su alto contenido en almidones. Una de las galletas que cumplen esta descripción y son bastante famosas son los alfajores.


GALLETAS FUNCIONALES
Son las galletas que poseen ingredientes enteros que cumplen una función en el organismo, generalmente con la buena digestión, como las galletas integrales.

VEAMOS PRIMERO ALGO DEL ORIGEN

¡HISTORIA!


La historia de la galleta está muy ligada a la de los cereales. Al principio, éstos no se cocían, sino que se comían mojados en agua o leche. No obstante, hace 10.000 años nuestros antepasados nómadas descubrieron que una pasta de cereales sometida a calor adquiría una consistencia similar al pan sin levadura que permitía transportarla con facilidad. Se han encontrado galletas de más de seis mil años cuidadosamente envueltas en yacimientos en Suiza. Esto hace que la galleta sea considerada uno de los primeros alimentos cocinados.

EDAD ANTIGUA

Las galletas tal y como las entendían en aquella época eran muy sencillas y apenas admitían variedad. Eran obleas planas y duras, cocidas dos veces. En Roma, durante el S.III el chef Apicius las llamó Bis Coctum (origen de la palabra biscuit). Prácticamente todas las grandes culturas de la antigüedad –Persa, Asiria, Egipcia, Judía, Griega, Romana y otras procedientes del Lejano Oriente- utilizaron estos cereales cocidos para afrontar largas caminatas y combates, siendo un alimento habitual de militares y marineros, aunque a menudo también presente en las despensas de los campesinos . Se amasaba el cereal con agua, mojándolo cada poco tiempo, y luego se preparaban las tortas redondas que, puestas sobre una piedra plana y cubiertas de ceniza para que se secaran, eran la base de la alimentación de los soldados y sus familias. Solían tomarse mojadas en vino o sopa.

EDAD MEDIA

En la Edad Media se generalizó el cultivo de cereales, aumentó la población y el consumo de galletas se extendió rápidamente, convirtiéndose así en un alimento popular, especialmente entre campesinos y cruzados. Se les añadía huevo y el jugo de la carne para hacerlas más nutritivas, por lo que también ocuparon un lugar preferente en las bodegas de los navíos. Llegaron a sustituir al pan en travesías largas, gracias a su mejor conservación y facilidad de transporte. De hecho, eran el principal alimento a bordo de las tres carabelas que descubrieron América en 1492. La palabra “galleta” se tomó prestada de un alimento habitual en Francia en el S.XIII, una especie de crêpe plana llamada galette.

RENACIMIENTO

Durante el Renacimiento, los Médicis introdujeron por primera vez en la Corte las galletas, presentándolas como algo sabroso para acompañar a una bebida caliente (se acababa de descubrir el chocolate). Es en esta época cuando la galleta pasa de ser un alimento básico, habitual en largas travesías, a uno de placer. Se amplía entonces la variedad de elaboración para satisfacer la demanda: saladas, aromatizadas, rellenas, con miel, con formas variadas, etc. Los libros de cocina se llenaron de recetas diferentes: barquillos, pretzels, crocantes… Es en esta época cuando surgen muchas de las galletas que consumimos hoy en día, aunque su preparación se refinaría y mejoraría a lo largo de los años.

EDAD MODERNA

Es en los siglos XVIII y XIX cuando empieza en Europa la producción masiva de galletas, paralela a la industrialización. La gran movilidad de la población -se trata de la época de las colonias- hace que las galletas se impongan como la comida de viaje ideal, ya que podían aguantar meses o incluso años si se guardaban adecuadamente. De las pequeñas industrias artesanas se pasa a otras más mecanizadas, acordes con la demanda del producto. Baja el precio de la harina y de la levadura, convirtiendo incluso las galletas más elaboradas en alimentos asequibles. De este modo, la galleta adquiere protagonismo en la industria alimentaria, apoyándose en el sabor, la calidad y el precio. A medida que avanza la industria y se van mezclando culturas, se desarrollan nuevas recetas: por ejemplo, en Estados Unidos la cookie (galleta redonda muy grande con chips de chocolate) se convierte rápidamente en símbolo nacional, y en Europa nada más acabar la II Guerra Mundial se popularizan las galletas recubiertas de chocolate, representando así la llegada de la paz.

ACTUALIDAD

Hoy, las galletas son un alimento popular que se encuentra en todo el mundo, sin distinción de países ni lugares. Conforman un mercado en crecimiento, con nuevas fórmulas adaptadas a los gustos del consumidor y a los parámetros de salud, rapidez y conveniencia.